
En los años 80 los quioscos de nuestro país no solo vivían de vendernos chuches, también podíamos encontrar juguetes que, por unas pesetillas, te hacían pasar un buen rato. Este es el caso de Cocochash, un puzle en forma de cubo. Era de espuma y tenía diferentes modelos y colores, con caras graciosas impresas en sus piezas.