
Un juego de mesa divertido que consistía en cazar todas las chinches de su color. Para ello el juego llevaba un diagrama con una cama motorizada con un sufrido hombre al que se le comían los chinches y 4 pinzas de diferentes colores, aparte de 48 insectos de plástico. Solo una cosa mala, se necesitaba 2 pilas de las “gordas” para que la cama se moviera a lo loco.