El coleccionismo

¿Qué es el coleccionismo? ¿Por qué coleccionamos? Son las eternas preguntas que nos hacemos cuando emprendemos una colección. El afán de guardar cosas, conectar con nuestro niño interior o el aprendizaje, son cosas que nos hacen coleccionar
El coleccionismo

¿Qué es el coleccionismo? Una primera búsqueda en internet, más concretamente en la Rae nos indica:
coleccionismo: 1. m. Práctica de coleccionar. 2. m. Técnica para ordenar adecuadamente una colección.

Pero, vamos a indagar un poco más ¿Qué es coleccionar para la Rae?
coleccionar: 1.tr. Formar colección de algo.

Con esto no salimos de muchas dudas, pero vamos por bueno camino. Nunca hay una mala respuesta, sino una mala pregunta. Continuemos ¿Qué es una colección?
colección: 1. f. Conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interéso valor. Colección de escritos, de medallas, de mapas.2. f. Serie de libros, discos, láminas, etc., publicados por una editorial bajo un epígrafe común, generalmente con las mismas características de formato y tipografía. 3. f. Gran cantidad de personas o cosas. Colección de cretinos, de despropósitos. 4. f. Conjunto de las creaciones que presenta un diseñador de moda para una temporada. Colecciónprimavera-verano. 5. f. Med. Acumulación de una sustancia orgánica.

Nos quedaremos con las dos primeras entradas. El ejemplo de la tercera no tiene precio. Una palabra en si no puede definir una afición, un hobbie o una actividad porque le falta el sentimiento, el motivo y el porque se hace. Entonces la pregunta no sería ¿Qué es? sino ¿Por qué coleccionamos?

Empecemos definiendo que coleccionar es reunir ciertas cosas que tienen en común algo. ¿El que? Depende de la persona, el motivo de la colección y el sentimiento.

Desde que somos pequeño y sin darnos cuenta coleccionamos pensando que simplemente es un juego, una diversión entres amigos, que nos hace desarrollar ciertas habilidades que ya de mayores pondremos en práctica. De niños coleccionamos cualquier cosa: chapas, botones, sobres de olor, envoltorios de caramelos… Eran nuestras pequeñas posiciones, tesoros que guardábamos con recelo y mimo, que enseñábamos con orgullo. Un pequeño paso a la edad adulta sin darnos cuenta.

Los reyes de las colecciones de los niños eran los cromos. Los cromos, algo sencillo, barato, de pequeñas dimensiones y con una imagen. Dibujos animados, series, jugadores de diferentes deportes, animales… cualquier imagen es buena para estampar en un cromo, siempre y cuando llame la atención a un niño. Guardados en una caja, pegados en un álbum o envueltos en una goma de pollo, nuestros cromos eran eso, nuestros y tenían el mayor de los valores.

Nuestro santa sanctórum era el quiosco, nuestro lugar de peregrinación en el momento de salir del colegio. Ese lugar tenía un aura casi divina, donde residía nuestro objeto del deseo. Entre periódicos, revistas y chuches se encontraban nuestros sobres de cromos. Esos sobres que desgarrábamos con ansiedad para poder ver nuestro ansiado cromo “Falti” y con cierta frustración cuando solo nos salían los “Tenguis”.
Pero no solo de cromos vive el hombre y en nuestro quiosco del barrio había más cosas dignas de coleccionar.

Las cartas o juegos de cartas: como los cromos, pero más “Pro”. Sin desmerecer al cromo las cartas o juegos de cartas eran su evolución, de un material más resistente y un poco más caro. Recibían por nuestra parte la misma atención que los cromos y la misma ansia por finalizar la colección.

Los comics: Ilustraciones en viñetas que contaban las historias de nuestros héroes. Pequeños viajes en papel, que nos transportaban a grandes mundos, viviendo aventuras que jamás podríamos vivir a nuestra corta edad.

Los Coleccionables: Esos fascículos que salían cada mes, cada quince días y los más afortunados, cada semana. Eran temáticas impresas en cartones gigantes que llenaban el suelo de nuestro quiosco. Coleccionables de fósiles, minerales, monedas, libros… y así empezaba nuestro primer idilio con el mundo de las colecciones.

Las revistas: se empezaba por recomendación de alguien, porque la portada te gustaba o por pura curiosidad, pero a partir de ese primer día que la comprabas ya estabas perdido y era el nacimiento de una colección.

Pero, en esta vida nada es gratis, y para conseguir un cromo, comic y carta o cualquier cosa de nuestra colección nos la teníamos que ganar,: portarnos bien, cuidar a nuestra mascota o hacer recados eran nuestro primero trabajos. Otro paso más a la edad adulta y un valor más añadido a ese objeto deseado.

Nos dejamos en el tintero mil y un objetos que se coleccionaban cuando éramos pequeños y que gracias a las nuevas tecnologías podemos continuar coleccionado y ahí es donde Netcrom nos puede ayudar.
Empezamos estas colecciones con el fin de conseguir una menta. Aunque no nos demos cuenta tenemos una necesidad innata de buscar, recolectar y finalizar. Rasgos heredades de nuestros ancestros, estas tres actitudes le vienen como anillo al dedo al coleccionismo.

En una sociedad del bienestar como la nuestra, que no nos es necesario buscar donde dormir, como comer y protegernos, necesitamos algo que nos llenen esta necesidad genética. La búsqueda, la caza, el acecho de nuestro objeto de colección y su obtención es un chute de dopaminas para nuestro cerebro. Un placer corto y adictivo, que nos empuja a querer más, y eso significa coleccionar más.

Aunque en algunas ocasiones es casi imposible finalizar una colección. Por diversos motivos no podemos disfrutar de la satisfacción de culminar una colección. Los dos motivos más frecuentes, son que la colección no tiene fin (pero eso ya lo sabias cuando te metiste en ella) o que “eso” que falta es imposible de conseguir.

Aun no se ha estudiado suficiente el motivo psicológico exacto de porque coleccionamos, el afán de guardad los recuerdos vividos y capturarlos en pequeños objetos, nuestros instintos ancestrales, nuestra educación y necesidad de aprender.
Sea lo que sea aún, no sabemos porque coleccionamos y quizá no lo sabremos nunca. Porque cada colección, cada motivo de hacerla y cada coleccionista es único y eso lo hace coleccionable.


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